A lo largo de nuestras vidas, recibimos distintos tipos de educación. Por una parte está la educación que recibimos en casa. Luego, con la educación formal, en la escuela, recibimos una instrucción estructurada sobre conocimientos y comportamientos sociales. La educación informal es aquella que cultivamos a través de nuestro entorno social y experiencias de vida. Ahora, la educación financiera, en muchas ocasiones, no forma parte de ninguna de las tres.
Según un estudio del Banco Mundial, el 94% de los colombianos dijo que planificaba su presupuesto, pero solo 23% sabía exactamente cuánto había gastado la semana anterior.
En síntesis, es necesario que, como país y como mundo, comprendamos mejor -desde niñes- cómo organizar, invertir, ahorrar y gastar nuestro dinero. Aquí vamos.
¿Qué es la educación financiera?
En lo que respecta a nuestras finanzas personales, la educación financiera proporciona los conocimientos y las habilidades básicas para poder administrar nuestros recursos de la mejor manera.
La educación financiera se ocupa de aumentar la capacidad de comprender conceptos básicos de finanzas personales.
Pero no se detiene ahí, también se trata de poder aplicarlos para cumplir con objetivos financieros y saber manejar los recursos que se tienen a la mano.
Una educación financiera completa también supone saber hacer un uso responsable de productos y servicios financieros, es decir, tener una idea clara de cómo manejar un crédito, tener la capacidad de elaborar presupuestos, contemplar el ahorro, saber cuándo y cómo pagar impuestos, invertir y tener un fondo para el retiro.
Lo que la educación financiera busca es proporcionar conocimientos para que las personas puedan tomar mejores decisiones con sus recursos.
Lee “Cómo ahorrar dinero: una guía para comenzar”
Conceptos básicos de la educación financiera
Como toda educación que nos damos, debemos comenzar por las definiciones. Qué es qué. En tal sentido, para hablar de educación financiera podríamos comenzar entendiendo estos conceptos básicos:
- Ingreso: es la cantidad de dinero o recursos con los que se cuentan.
- Gasto: es todo bien o servicio que cubre algún tipo de necesidad y para el que se destinan recursos económicos. Existen gastos fijos, que son periódicos y no pueden dejar de cubrirse, como la renta, el pago de luz, servicios, etc. Y también gastos variables, que son aleatorios y no se cubren cada mes de manera continua. Estos podrían no anticiparse, como deber hacer una refacción de improviso, comprar tickets para un concierto que acaba de anunciarse, o comprar un celular nuevo porque el viejo se nos rompió.
- Presupuesto: se trata de un plan de acción que permite administrar los recursos con los que se cuentan y destinarlos para cubrir gastos fijos y variables, ahorro, pago de créditos, entre otros. (Aquí tienes una referencia de cómo hacerlo.)
- Ahorro: son los recursos que no se gastan, que se guardan con un fin específico, ya sea el retiro, unas vacaciones o incluso para hacer frente a emergencias.
- Inversión: es la asignación de una determinada cantidad a un activo o un bien que traerá una ganancia en el futuro.
- Crédito: es un tipo de financiamiento que se obtiene a partir de un préstamo de dinero que se debe pagar en un tiempo establecido.
¿Qué hace Nu por la educación financiera?
En Nu tenemos la misión de liberar a las personas de la complejidad del sistema financiero y devolverles el control de su dinero. Es por eso que diseñamos productos y servicios pensando en las necesidades reales de las personas que trabajan a diario por transformar su futuro.
Apoyamos gran parte de esta misión con la creación de contenido simple, apto todo público, que además de proporcionarle a las personas referencias para familiarizarse con conceptos de educación financiera, les dé herramientas para saber cómo evitar situaciones difíciles para el bolsillo.
¿Por qué es importante la educación financiera?
En América Latina, alrededor del 50% de la población de la región está excluida del sector bancario formal: el 46% de la población adulta no tiene una cuenta bancaria y solo el 12% de la población tiene ahorros en una institución financiera formal.
Según la Superintendencia Financiera de Colombia, en el país existen unas 16 millones de tarjetas activas; se calcula que, de ese total, entre dos y tres tarjetas corresponden a una sola persona. Vale decir que, en el mejor de los casos, sólo el 16% de la población colombiana tiene acceso a una tarjeta de crédito.
La educación financiera es un componente básico de la inclusión financiera. La ONU reconoce su importancia como parte de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. A nivel mundial se busca poner al alcance de todas las personas conocimientos y habilidades que les permitan hacer un mejor uso de sus recursos, prevenir el endeudamiento y, sobre todo, reducir la pobreza y la desigualdad.
No es exagerado decir que la educación financiera puede ofrecer los conocimientos necesarios para tomar decisiones financieras informadas y libres y cambiar así el rumbo de la vida de muchas personas.
Si no sabes por dónde empezar
Te compartimos algunas entradas del #BlogNu para entrarle sin miedo a la educación financiera:
Planificación financiera: la estrella de los navegantes
Cómo crear un plan financiero personal efectivo
¿Qué es una tarjeta de crédito y cómo la utilizo sabiamente?
¿Por qué deberías tomarte un día financiero?
Este contenido es parte de la misión de Nu para devolver a las personas control sobre sus vidas financieras. ¿Aún no conoces Nu? Obtén más información sobre nuestro servicio y nuestra tarjeta de crédito sin complicaciones, haz clic aquí.
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