A los guayos de fútbol hay muchas maneras de llamarlos: botas, chimpunes, botines, chuteras, pupos, taquetes, zapatillas, chuteadores, tacones o tacos.
Lo que no hay dudas es de la gran evolución tecnológica que tuvieron, desde aquellos pesadísimos guayos rústicos y austeros, con un alma utilitaria, hasta la actualidad, en la que hablamos de un artefacto repleto de detalles sofisticados y colores.
La apuesta por el desarrollo tiene un objetivo: lograr el máximo rendimiento para obtener algún tipo de ventaja sobre el rival.
Para qué usas los pies
Así, los futbolistas eligen su calzado en búsqueda de ser más rápidos, ágiles, precisos e, incluso, para ahorrar energía y optimizar el desgaste físico. Así, por ejemplo, veremos que no son iguales los guayos de fútbol del arquero en relación a los de un delantero.
Antes de adentrarnos en los revolucionarios modelos que brillan hoy en un sinnúmero de publicidades con estrellas del fútbol mundial como Lionel Messi (adidas) o Kylian Mbappé (Nike), nos hacemos una pregunta básica:
¿Cómo eran al inicio y cuál ha sido la evolución de los guayos de fútbol a lo largo del tiempo?
Orígenes de los guayos de fútbol
Para encontrar los primeros registros de los guayos de fútbol tenemos que remontarnos hasta 1526, cuando se los llamaba botas.
Las mismas fueron hechas a pedido del rey de Inglaterra Enrique VIII, que le pidió a su zapatero, Cornelius Johnson, que le fabricara un par de zapatos para jugar a su deporte predilecto.
Johnson recibió a cambio de 4 chelines, lo que hoy serían 200 dólares,
En 1800 los jugadores usaban sus botas de trabajo, que cubrían los tobillos y solían tener las puntas de acero, lo que además de protección tenía sentido considerando que los balones eran más duros y pesados.
En 1863, la Asociación de Fútbol de Inglaterra introdujo reglas acerca de los guayos de fútbol prohibiendo clavos salientes o planchas de hierro.
Los guayos de fútbol eran de cuero y pesaban alrededor de medio kilo, aunque con la lluvia podían duplicar su peso. El avance fue progresivo hasta mediados del siglo XX, pero su desarrollo se aceleró después de la Segunda Guerra Mundial.
Quiebre en la historia
La tendencia a fabricar guayos de fútbol más ligeros ya era clara. El fútbol se hacía cada vez más competitivo y se buscaban maneras de conseguir ventajas. Fue así que llegó el primer gran cambio del último siglo, en un episodio que es conocido como el “Milagro de Berna”, uno de los partidos más legendarios del fútbol mundial.
La final disputada en 1954 en Berna, Suiza, tuvo como protagonistas a Alemania y Hungría, pero también a la lluvia. Los húngaros, con Ferenc Puskás como figura, eran favoritos, ya que habían vencido a ese mismo rival por 8-3 en el encuentro por el grupo B.
Los alemanes, en medio de la depresión de la posguerra, tenían un equipo formado por aficionados de campeonatos regionales, dado que aún no existía una Bundesliga profesional.
Hungría se puso en ventaja con dos goles en los ocho minutos iniciales: Puskás y Zoltán Czibor adelantaron a su equipo, que parecía encaminarse fácil al título. Pero Alemania Occidental igualó rápidamente por intermedio de Max Morlock y Helmut Rahn.
Berna, segundo tiempo
En el segundo tiempo, la figura fue el arquero alemán Toni Turek. A seis minutos del final, Helmut Rahn anotó el 3-2 que le dio a Alemania el primero de sus cuatro títulos en el certamen de selecciones más importante del fútbol mundial.
¿Cuál fue el motivo por el cual el modesto equipo alemán pudo doblegar a un rival superior? El diario El Confidencial lo recuerda así:
“El descubrimiento de unas nuevas botas. En un partido marcado por la intensa lluvia y con el terreno embarrado, Alemania utilizó unas zapatillas con tacos más largos, que les permitían no perder el equilibrio, al contrario que los húngaros. Esta diferencia le hizo campeona del mundo.”
“Se puede considerar -sigue el diario.es– que fue la primera final en la que la tecnología tuvo un papel decisivo en coronar al vencedor.”
Guayos de fútbol, nace un clásico
El inventor de esas botas con tacos intercambiables más largos y ajustables que usaron los alemanes en la legendaria final fue Adolf “Adi” Dassler, dueño de adidas, que había sido fundada unos años antes.
Antes del partido las mismas botas habían sido ofrecidas a los húngaros pero no las quisieron utilizar.
Esos guayos les dieron una mayor adherencia a los alemanes en el embarrado campo de juego suizo y fueron considerados un argumento importante en el triunfo alemán. Esto fue un gran triunfo para adidas, que en el mercado tenía un gran rival: Puma, que había sido creada por Rudolf Dassler, hermano de Adolf.
Los hermanos Dassler habían creado en 1924 la empresa Gebrüder Dassler Schuhfabrik, que significa fábrica de zapatos hermanos Dassler. Luego de la Segunda Guerra Mundial, más precisamente en 1948, los hermanos se separaron y crearon Ruda —que luego se llamaría Puma— y Adidas.
Las décadas siguientes las batallas de marketing serían cada vez más fuertes.
El marketing de los guayos de fútbol
En las décadas siguientes, en medio de la competencia por ganar mercado, Puma logró que sus botines llegaran a los pies de estrellas como Pelé, Maradona o Cruyff.
Incluso se dice que fue a partir del brasileño que comenzó la era del marketing deportivo.
En aquel contexto de fuerte puja, Puma y Adidas “hicieron un pacto de no agresión” -, señala el diario El Confidencial– de cara a la cita mundialista que tuvo lugar en 1970, en México.
1970: O Rei ata sus guayos
En la final del torneo, cuando Brasil vencía ya 4-1 a Italia, y quedaba poco para terminar el partido, Pelé iba a realizar “la primera gran campaña de publicidad encubierta”, indicó el mismo periódico.
“Con claros gestos, ‘O’Rei’ pedía al árbitro que parara el choque al tener los cordones desatados. Con detenimiento, y la cámara fija en él, el brasileño se ataba sus Puma, visibles en primer plano, en lo que se considera la primera campaña de publicidad encubierta en el fútbol”, detalló El Confidencial, que indicó que esta estrategia le hizo ganar mucha cuota de mercado a la marca.
1986: El Diego y sus 45 pares
Con el mismo modelo Puma King, hay una anécdota similar pero con Maradona, también en México, dieciséis años después. Resulta que el astro argentino entraba al campo de juego con los guayos desatados. La estrategia fue una idea del representante del futbolista, Guillermo Coppola, señaló la revista Rolling Stone.
“Si le pedía 20 pares a la marca y ellos me mandaban 18, entraba con los cordones atados y los fotógrafos no se acercaban. Para el partido siguiente pedía 40 y me mandaban 45, así que entraba con los cordones desatados, me agachaba y ahí se acercaban todos a sacarme fotos”, dijo Maradona, citado por la misma revista.
Los coloridos 90s
Fue en los años ‘90 cuando Nike irrumpió en el fútbol. La empresa norteamericana creó novedosos modelos y contrató varias estrellas. Fabricó guayos con tacos de goma, un sistema de torsión con mayor movilidad para los pies, materiales plásticos y colores muy llamativos, todas características que reinan hoy en día.
Ya en 1994, en la final en Estados Unidos, ocho de los 22 futbolistas brasileños que fueron campeones usaron guayos Nike Tiempo, lo que fue la confirmación de que la empresa había llegado al fútbol para quedarse.
Nike fabricó en 1997 un guayo innovador al utilizar material sintético, que tocaron el techo de su fama al año siguiente en Francia.
En aquel torneo, los Mercurial —así se llamó el modelo— quedaron en el primer plano en los pies de la estrella mundial Ronaldo Nazario, una de las máximas estrellas del fútbol, que ese año perdería la final ante el local.
Guayos de fútbol: la era de la ciencia
Los cambios de las últimas décadas no fueron sólo estéticos. Como ocurrió con las pelotas, las camisetas o con los guantes de arquero, la tecnología aplicada a los guayos se apoyó en la ciencia como forma de mejorar sus prestaciones.
Pero también, señala Rolling Stone, como argumento de venta: “La ciencia, que había diseñado tecnologías y materiales para llevar y acompañar al hombre en el espacio, podía aplicar esos mismos elementos en algo tan cotidiano como un calzado”.
Las marcas de guayos de fútbol en la actualidad organizan sus productos por grupos, que se forman según sus características, ya sean que prioricen la velocidad o la precisión para un pase, o bien un híbrido.
Una de las claves de los guayos de fútbol está en la suela, tanto en el material que se utilice como en la rigidez de la misma, a la vez que en la posición y distribución de los tacos.
A medida del puesto
De hecho, los tacos son un factor sobre el que, a su vez, cada jugador tendrá sus preferencias según su forma de pisar y lo que le resulte más cómodo y eficiente, a modo de tener el control tanto para no resbalar en un cambio de ritmo -o de dirección- como para lograr precisión en los pases.
Por lo general, arqueros y defensores prefieren guayos resistentes y no muy pesados. Los que más corren suelen ser los mediocampistas, que se inclinan por modelos de suela resistente con los cordones cubiertos a fin de que no afecten la precisión en los pases largos o cambios de frente.
En este segmento están los modelos para jugadores más exquisitos, que suelen manejar más y mejor la pelota pero que no dependen, en principio, de la velocidad para su juego.
Adidas luce el modelo Copa Sense (Paulo Dybala, con partes de cuero y una tecnología FusionFit); en Puma está la línea Future (Neymar y Luis Suárez), mientras que Nike tiene los Tiempo (Nicolás Otamendi).
Guayos para delanteros
Los delanteros también prefieren que los cordones estén cubiertos para ser precisos en la definición o jugadas más finas, y sus guayos son los más ligeros y con tacos que les dan estabilidad para cambios de dirección y giros repentinos.
Se trata de guayos de velocidad, que en líneas generales tienen una suela rígida, a veces con una placa de fibra de carbono. También son los más livianos: pesan unos 100 gramos, es decir, diez veces menos de lo que pesaban los primeros guayos cuando estaban mojados.
El de velocidad es el modelo con el que llegaron a Catar jugadores como Lionel Messi (usa la línea X Speedportal de adidas), Kylian Mbappé (Nike Zoom Mercurial Superfly 9 KM) o Antoine Griezmann (Puma Ultra Ultimate).
Los guayos del Messias
El modelo personalizado para el capitán de la selección Argentina para jugar en Catar fue bautizado “Messi 2022 World Cup Adidas X Speedportal”.
Fueron hechos a medida, por lo que no es posible encontrarlos en una tienda comercial.
Hay réplicas de estos guayos de fútbol que cuestan alrededor de 300 dólares, mientras que los guayos de Messi se estima que tienen un valor de 4.000 dólares, indicó el diario as, que explicó que lo que cambia son “pequeños detalles diferenciales en la calidad y la ergonomía en su gama más alta”.
El 10 argentino tiene guayos personalizados, al punto de que cada guayo lleva impreso el número 10 en el talón y, además, el nombre de los cuatro integrantes de su familia.
En el pie derecho están sus dos hijos mayores acompañados de la fecha de nacimiento (“Thiago 02 11 12″ y “Mateo 11 09 15″). En el pie izquierdo aparecen el hijo menor (“Ciro 10 03 18″) y su esposa (“Anto”).