Pelota, esférico, cuero, balón de fútbol… Son varias las maneras de llamar al objeto más preciado del deporte que cuenta con mayor popularidad en el planeta. ¿Hay dudas de que estamos hablando sobre un protagonista fundamental?
Veamos lo que dice alguien que realmente sabe de la relación entre un futbolista y el balón de fútbol cuando le preguntaron qué le pediría a sus jugadores como entrenador:
“Respeto por el balón. Sin pelota no se marcan goles, no se puede ganar. Perder el balón es darle ventaja al equipo contrario. Hay que tenerlo lo máximo posible para hacer daño”, dijo en una entrevista Carlos “El Pibe” Valderrama, leyenda de la selección colombiana.
Al Rihla, el viaje
Al Rihla —el viaje, en árabe— es el 14º balón de fútbol consecutivo fabricado por la empresa Adidas para la Copa Mundial de la FIFA™ y será el utilizado en Catar 2022™.
“Para el mayor escenario deportivo del mundo, nos propusimos innovar radicalmente y hacer posible lo imposible con el balón para la Copa del Mundo más rápido y preciso creado hasta la fecha”, dijo Franziska Loeffelmann, Directora de diseño de estampados y prendas deportivas de fútbol en adidas.
La novedosa pelota, que cuenta con tres versiones diferentes para su comercialización, presenta varias innovaciones tecnológicas que prometen dar que hablar, sobre todo a la hora de la toma de decisiones de los árbitros. ¿Habrá más justicia? ¿Menos polémicas? ¿Más goles?
Responderemos eso, pero antes nos preguntamos algo más: ¿cuánto ha cambiado el balón de fútbol desde el primer Mundial hasta hoy?
Adelante, hagamos un repaso de los balones más icónicos de la historia para llegar hasta la actualidad.
Moneda al aire
Comencemos por el principio: en Uruguay 1930, la edición inaugural de la Copa del Mundo, la pelota fue objeto de debate en la final por el título entre el local y la Argentina.
Resulta que, como en los partidos de barrio, cada equipo llevaba su balón de fútbol y no querían saber nada con cambiarlo. Entonces, el árbitro belga John Langenus, salomónico, lanzó una moneda al aire para decidir.
¿Qué sucedió? Hay dos versiones. Una dice que la final que ganó Uruguay (4-2) se disputó con el balón argentino. La otra historia cuenta que el primer tiempo se jugó con la pelota argentina y el segundo tiempo con la uruguaya, según señala la FIFA.
Como haya sido, lo cierto es que en el fondo no había demasiadas diferencias entre ambos balones de fútbol: aún eran de cuero duro y con una costura superficial (¡ouch!) que los hacían temibles al momento de cabecear.
En Francia 1938 llegó la novedosa Allen: primer balón con una válvula para inflar con facilidad y, entonces, ya no se utilizó más la vejiga animal. Desaparecieron también las costuras, lo que empezó a facilitar el cabezazo.
Cambia el balón
En las ediciones siguientes de la Copa del Mundo el negocio fue creciendo, las empresas se interesaron cada vez más en participar y la tecnología en general fue progresando a pasos agigantados. La evolución fue incesante y los expertos se obsesionaron con lograr el balón de fútbol perfecto.
Durante los primeros mundiales, los balones de cuero estaban formados por doce piezas. Pero la final de la Copa Mundial de Suiza 1954 —que tuvo el mayor promedio de gol por partido de la historia (5,38)— ya se jugó con una pelota diseñada con 18 piezas, un modelo que se utilizó en diversas versiones hasta 1966.
Hace 50 años, en el Mundial de México 1970, inició la era Adidas de los balones, la cual continúa de forma ininterrumpida hasta hoy. Se trató del emblemático Telstar, con 32 piezas especiales de cuero y fue considerada la pelota más redonda fabricada hasta entonces.
Por primera vez el balón de fútbol tuvo piezas negras, lo cual hacía más fácil visualizarlo en los televisores en blanco y negro de la época.
Tango, nueva era
En el Mundial de Argentina 1978 se usó por primera vez el balón Tango, nombre en honor a la homónima danza rioplatense. Pero fue recién en la Copa del Mundo de España 1982 que el Tango, más moderno, marcó una nueva era.
Aunque mayormente seguía siendo de cuero, fue el inicio de los balones sintéticos.
Fue una creación con tecnología de punta por su capa de poliuretano impermeable y sus costuras especiales, lo que hacía que el balón no fuera demasiado pesado cuando llovía, ya que los nuevos materiales reducían significativamente la absorción de agua.
Jabulani y pocos goles
Los progresos continuaron, en búsqueda de lograr balones cada vez más revolucionarios, precisos, redondos y consistentes. En esa línea, fue presentado el Jabulani —significa “celebrar”— que se usó en el Mundial de Sudáfrica 2010. Este contaba con solo ocho placas sintéticas y la idea era que hubiera partidos más atractivos y con más goles.
Al estudiar el comportamiento y la aerodinámica de la Jabulani, la NASA detectó que, al alcanzar los 72 kilómetros por hora, el balón tomaba un efecto impredecible. Su trayectoria adquiría una curva irregular e imprecisa, con un desplazamiento hacia arriba y hacia abajo que podía desconcertar a los arqueros.
De todos modos, Sudáfrica 2010 fue el segundo Mundial con menor promedio de gol por partido (2,27), solo superado por Italia 1990 (2,21), que había tenido el primer balón capaz de lograr la impermeabilización absoluta.
Primer chip
Casi medio siglo después de su primera edición, en el Mundial de Rusia 2018 llegó el turno del Telstar 18, una versión moderna del balón utilizado en México 1970. El mismo marcó un hito: fue la primera pelota con un chip NFC integrado, lo que posibilitó la conexión en tiempo real por medio de una aplicación que enviaba datos a los teléfonos móviles de los hinchas.
“El Telstar original es el balón más legendario de todos los tiempos, cambió para siempre el diseño de los balones. Desarrollar el nuevo Telstar 18 ha sido un reto apasionante. La novedosa estructura de las placas, así como la integración del chip, ha llevado la innovación y el diseño de los balones de fútbol a otra dimensión. Ofrece una experiencia completamente nueva a los usuarios y a los futbolistas”, dijo entonces Roland Rommler, director de categoría de productos de hardware futbolístico de Adidas.
El viaje hasta Al Rihla
Todo está por decirse ahora con el novedoso balón de fútbol Al Rihla que será utilizado en Catar 2022™. La inspiración de su diseño proviene de la cultura, la arquitectura, las embarcaciones icónicas, la bandera de Catar y las ropas árabes —por tradición, blancas.
La empresa aseguró que la pelota se desplaza por el aire más rápido que ningún otro esférico en la historia del torneo.
“El fútbol se está jugando cada vez más rápido. A medida que se acelera, la precisión y la estabilidad de vuelo se vuelven fundamentales. El nuevo diseño permite que el balón mantenga una velocidad mucho más alta mientras viaja por el aire”, dijo Loeffelmann.
La número 14
El 14º balón de fútbol consecutivo fabricado por Adidas para una Copa Mundial de la FIFA™ fue diseñado minuciosamente a partir de la recopilación de datos y los ensayos rigurosos llevados a cabo en los laboratorios de Adidas, en túneles de viento y en el campo de juego —donde también ha sido puesto a prueba por los propios futbolistas—, informó la FIFA.
Adidas señaló que el balón fue diseñado de adentro hacia afuera y que ofrece el más alto nivel de precisión y confiabilidad en el terreno de juego debido, en parte, a su nueva estructura en paneles y a las texturas de la superficie:
- CRT-CORE – Es el núcleo del balón que proporciona rapidez, precisión y homogeneidad a la más alta velocidad, con máxima retención de la forma y el aire y rebotes predecibles
- SPEEDSHELL – Material texturizado de PU con una nueva estructura en 20 paneles que mejora la precisión, la estabilidad de vuelo y el efecto, gracias a las macro y microtexturas que incorpora y al grabado de la superficie
Al Rihla: sensor y justicia
Al compás de una época que reclama a gritos acciones que garanticen la sostenibilidad del planeta, Adidas señaló que la pelota fue diseñada pensando en el medio ambiente y que es el primer balón de fútbol de la Copa del Mundo fabricado únicamente con tintas y pegamentos a base de agua.
A su vez, el Al Rihla se compone por un 70% poliuretano, 20% poliéster reciclado, 10% viscosa, cámara de caucho y un diseño exterior sin costuras y con uniones termoselladas. ¿La última gran novedad? El chip que promete ayudar a que haya más justicia.
Catar 2022™ contará con un sistema de tecnología semi-automatizada para la detección del fuera de juego. Para que este sea aún más efectivo, el balón será un factor clave, ya que incluirá un sensor decisivo para la detección de las posiciones antirreglamentarias dudosas.
Se trata de una unidad de medición inercial (IMU por sus siglas en inglés) que está en el centro del balón. El mismo “envía un paquete de datos 500 veces por segundo a la sala de vídeo, lo que permite detectar con absoluta precisión el momento exacto en el que se golpea el balón”, señaló la FIFA.
Dicho esto, esperamos que Catar sea un Mundial con muchos goles, más justicia en las decisiones arbitrales y buen nivel de juego. Para eso, como dijo el Pibe Valderrama, tiene que haber respeto por el balón, porque sin la pelota no se marcan goles ni se puede ganar.