La revista Forbes existe desde hace más de cien años. Fue fundada durante la presidencia de Woodrow Wilson en Estados Unidos, en plena Primera Guerra Mundial. Ha recorrido un largo camino. Hoy tiene, además, una edición internacional producida en Asia, y 27 otras licencias en el mundo entero.
De modo que cuando una publicación de esa magnitud dice que David Vélez, nuestro fundador y CEO, es “una especie de estrella de rock en la industria financiera mundial”, no podemos sentirnos menos que halagados. Y deseosos de compartirlo con nuestros lectores.
Nu nació para empoderar a las personas, aboliendo la burocracia -tan vieja como aquella conflagración bélica de la época de Wilson- y devolviéndole el control del dinero a las personas.
Puede parecer un enunciado de campaña, pero no nos hubiese dado tanta fortaleza y tantos seguidores si no tuviese un estandarte de verdad robusta. Creemos en lo que decimos, y hacemos lo que prometemos. Porque también es una promesa con nosotros mismos, que somos tan clientes y hemos estado tan presos de la complejidad financiera como el común de los mortales.
La nota de Forbes recuerda que David es el mayor accionista de Nubank en Brasil, y que la empresa representa una rareza en América Latina, llegando a ser pentacornio, es decir un “unicornio digital” valuado en más de 10.000 millones de dólares.
Según la nota, a Nu le siguen los neobancos Chime, de Estados Unidos (US$5.800 millones), N26 de Alemania (U$S3.500 millones) y OakNorth, de reino Unido (U$S1.000 millones). Un banco de sangre colombiana motoriza el futuro de los servicios financieros en el mundo.
El valor de la compañía no es el fin; es una consecuencia al buscar solucionar un problema a gran escala”, dice David. “Recibo mi energía y mi motivación de ver que estamos construyendo algo que soluciona un problema, la vida de las personas, que está teniendo un impacto en la sociedad”.
Desde el primer día
La nota cuenta los inicios de David y completa su perfil con las voces de quienes lo rodearon en este camino, como los cofundadores de Nubank Cristina Junqueira y Edward Wible, y la CEO de Nu Colombia Catalina Bretón.
“Desde el primer día, Nubank enamoró a sus usuarios”, dice en la nota Nicolás Szekazy, socio de Kaszek Ventures, uno de los dos inversionistas iniciales, junto con Sequoia Capital. “A través de una propuesta absolutamente disruptiva, Nubank logró niveles inéditos de fidelidad. Todas las nuevas cuentas que se iban abriendo llegaban referenciadas de clientes encantados que le recomendaban Nubank a sus amigos”.
Es que Nubank esperaba alcanzar el millón de clientes en cinco años, y gracias al boca-en-boca, lo hizo en dos. Ahora, el universo Nu se propone llegar a cien millones de clientes, siguiendo, luego de Brasil, por México y Colombia, en donde tenemos la dicha de tener abierta la lista de espera para solicitar la tarjeta de crédito del futuro, “la moradita”.
“En los próximos cinco o diez años estaremos viendo cientos de unicornios, saliendo de todas las partes de América Latina”, vaticina David en la entrevista con Forbes. Y nosotros cruzamos los dedos, y nos ponemos a trabajar duro.
Porque un futuro financiero con menos complejidad, más transparente y de verdad al servicio de los consumidores, claro que es posible en Colombia.
Allá vamos.
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