Durante los últimos días de diciembre, desprendidos del cansancio y con las lucecitas del árbol de Navidad relampagueando frente a la ventana, pensamos en utopías: ser diferentes, ser mejores, ser más ordenados, más serenos, más ambiciosos. Pero a la primera semana de enero, pasadas las ínfulas celebratorias del Año Nuevo, sobre todo nuestra planeación financiera -o al menos las ideas maravillosas que tuvimos durante las fiestas- vuelven a caer en la red de la realidad.
Existen, sin embargo, algunas tácticas que nos ayudarán a convertir las fantasías en hechos concretos para que favorezcan a tus bolsillos. Básicamente, se trata de establecer metas tangibles. Como en cualquier estrategia económica, es necesario determinar cuáles son las tácticas financieras que te harán desarrollar hábitos alcanzables.
Déjanos contarte algunas. Tú decides si se ajustan a quién eres (y a quién te gustaría ser).
Réquiem para un sueño (irrealizable)
Ya sea para viajar, estudiar en el extranjero, tener hijos, renovar la casa o salir de los números rojos, muchos de los planes para el año nuevo implican algún tipo de planeación financiera. El problema es que, cuando se trata de delinear esas pautas, muchos de los consejos que existen para establecerlos parecen estar muy lejos de la realidad.
Esta es una razón del por qué, a pesar de que racionalmente los hallemos razonables, nos los abrazamos como objetivos deseables.
“Ahorra la mitad de tu sueldo.” “Deja de hacer gastos superfluos.” “Invierte en la bolsa de valores.” “Consigue otro trabajo.” “Recorta el gasto familiar.” La mayor de las veces, esta retórica para estar destinada a darse de bruces con nuestra realidad tanto material como psíquica.
Entonces, es posible que para poder traducir tus sueños a tácticas financieras concretas tengas que adoptar practicas o hábitos que puedas sobrellevar dentro de tu realidad cotidiana.
Aquí te dejamos 6 ideas que podrían ayudarte.
La riqueza de lo posible
1. No recortes todos tus gastos de ocio
No leíste mal. El primer objetivo para tu salud financiera del próximo año es precisamente que conserves tu salud emocional. No recortes todos los gastos relacionados con lo que te trae felicidad. Especialmente tras un año tan complejo, y otro año que promete ser difícil.
Gastar en ocio, pasatiempos u objetos que te traen alegría es una parte esencial en tu planeacón financiera. Ya sea disfrutar de plataformas de streaming o simplemente comprarte un helado de vez en cuando en esa heladería que no es precisamente barata debe estar contemplado en tus gastos.
Privarse de este tipo de actividades puede dificultar aún más la creación de una rutina sostenible con tu dinero. Sin embargo, esto no significa gastar más allá de tu presupuesto. Por el contrario, una de las claves para organizarse mejor es precisamente crear un plan que considere el gasto en ocio y hacer los ajustes necesarios.
2. Pierde el miedo a hacer preguntas
Es un hecho: hablar de dinero es un tema difícil para la mayoría de las personas. Pero hablar de dinero con quienes parecen entender mejor del tema puede ser intimidante.
Por lo tanto, un buen objetivo es perder el miedo a preguntar a quienes consideramos sabiondos en el tema, y a cuestionar a quien sea. Desde el director de tu banco hasta al encargado de cualquier servicio financiero, pasando por tu tío, que cree sabérselas todas. Haz preguntas sobre los más mínimos detalles y no aceptes firmar un contrato sin tener total comprensión sobre la información descrita en el documento.
Es que no nacimos sabiéndolo todo, y, cuando se trata de nuestro dinero, tenemos que dejar las cosas claras.
Recuerda: nadie está obligado a comprender todos los términos que se utilizan en el mercado financiero, y nadie está obligado a tomar ningún servicio sin ser consciente de lo que está en juego. Es por eso que nosotros decidimos hacer un contrato sencillo, transparente y sin letras chiquitas.
3. Crea una rutina para ahorrar
Uno de los objetivos más comunes al iniciar el año es pensar en destinar proporciones grandes de nuestros ingresos al ahorro. El problema con objetivos como este es que son demasiado absolutos, lo que significa dar el primer paso sea ganado por la inercia de no hacer nada. Una buena estrategia es dividir ese gran objetivo en “objetivitos”, cosas más asequibles para crear una rutina de ahorro de verdad razonable.
Cada semana, o cada mes, ahorra una cierta cantidad, por ejemplo. Puedes elegir comenzar el día de tu pago separando una cantidad, o usar un método como el Desafío de las 52 semanas y comenzar a ahorrar progresivamente.
Lo importante es no dejar este plan en el campo abstracto de “los sueños de libertad” y crear una rutina práctica, incluso si comienzas con tan solo unos pocos pesos.
Importante: sólo el 55% de los colombianos tiene capacidad de ahorro. Ahorrar dinero puede ser muy difícil. Cuando establezcas metas, piensa en cuál será el siguiente paso en tu planeación financiera.
4. Renegocia las deudas
Otro propósito bastante recurrente es el prometerse a uno mismo salir de las deudas acumuladas el año o los años anteriores.
Una forma de dar el primer paso en la planeación financiera es fijarse como meta la renegociación de las deudas existentes. Así, detienes (o disminuyes) el interés que estás pagando y obtienes, la mayoría de las veces, una porción que se adapta mejor a tu rutina.
La renegociación de la deuda puede ser tu primer objetivo financiero del año, ya que también funcionaría como base para establecer presupuestos y compromisos.
5. Elabora un presupuesto
Esto vendría a ser como el rey de las tácticas financieras. Suena complicado, pero establecer un presupuesto para el hogar o para cualquiera de tus proyecto es bastante simple y se puede hacer sin herramientas complejas.
Lo más importante es clarificar los gastos. El método más sencillo es hacer una lista simple con todos tus compromisos económicos, pero eso sí, siempre priorizando para saber qué es una necesidad primaria y qué no.
Comenzar por ubicar con precisión el monto de la renta mensual de tu vivienda y los gastos básicos es un buen comienzo. Después deberán seguir tus gastos esenciales y finalizar con los adicionales, de los que generalmente se puedan prescindir o achicar.
6. No dejes que el dinero sea devorado por comisiones abusivas
Las cuentas corrientes no son el mejor lugar para dejar tu dinero; después de todo, no hay ningún tipo de ingresos ni beneficios en ellas.
Por otra parte, este y otros tipos de cuentas están sujetos a tasas y tarifas de mantenimiento, lo que puede absorber una parte considerable de tus ingresos o ahorros. Una buena táctica para el nuevo año puede ser revisar los costos ocultos que afectan tu presupuesto y recortar los servicios que no tienen sentido.
Si realizar una inversión a plazo fijo no es lo tuyo, ya que la disponibilidad de tu capital es prioridad, puedes encontrar nuevas formas de mantener tu dinero lejos de tarifas abusivas. Solo es cuestión de revisar tu contrato y/o estados de cuentas para detectar las fugas. De eso se trata tambén la planeación financiera.
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