¿Controlar tus propias finanzas? Por sí solas estas palabras pueden darte ganas de huir o de prender una velita a tu santo favorito. En cualquier caso, tómalo con calma: iniciar tu organización financiera, un calendario, no tiene por qué ser difícil o doloroso. Y, además, te lo mereces.
Muchas personas no controlan los gastos porque piensan que el proceso es demasiado laborioso. Más aún, una reciente encuesta de Kantar en Colombia asegura que 1 de cada 10 colombianos ahorra. Más todavía, según el Departamento Nacional de Estadística (Dane), en febrero un estudio arrojó que más del 70% de los jefes de hogar en Colombia no podrán ahorrar en los próximos meses de 2021.
Por eso mismo, más que nunca, vale la pena dejar los antiguos malos hábitos atrás y comenzar a controlar nuestras finanzas para tener una vida financiera con menos sobresaltos.
Hacer gestión financiera no tiene por qué significar hojas de cálculo llenas de fórmulas, un control diario y detallado o anotar laboriosamente todos los gastos. Comenzar con poco es mejor que no tener nada -“lo ideal es enemigo de lo posible”-, y armar un calendario financiero es un gran primer paso.
Un calendario financiero es básicamente una forma de realizar un seguimiento diario de tus gastos e ingresos. Así como un calendario normal te ayuda a recordar tus compromisos, el financiero se usa para registrar cuentas, metas, compras y gastos en las fechas en que deben ocurrir.
¿Por qué tener un calendario financiero?
¿Recuerdas esa factura que pagas tarde casi todos los meses porque olvidas la fecha de vencimiento? Bien, el calendario financiero sirve para evitar que esto vuelva a suceder.
“Ah, pero mi memoria es muy buena, no la necesito”. Incluso esto puede ser cierto: algunas personas logran organizar sus citas mentalmente. Pero tener un calendario financiero va más allá de perder las fechas de vencimiento. También te ayudará a ver cuánto está gastando y dónde (e incluso ahorrar).
¿Entonces?
Es posible que un día hayas contratado un servicio barato que nunca usas, pero terminas pagando todos los meses porque es más fácil que llamar a la empresa y cancelar. Verlo escrito mes tras mes será un incentivo para finalmente deshacerte de ese gasto.
Quizás, sin embargo, te des cuenta de que tienes cuentas pendientes justo antes de recibir tu salario, lo que pone tu cuenta bancaria en números rojos durante uno o dos días innecesariamente. En tal caso, podrías agrupar tus cuentas en un mismo período y pagarlas todas a la vez.
Visualizar estos gastos y compromisos es una forma de mantener tus finanzas más organizadas.
En otras palabras, el calendario financiero es bueno por tres razones principales:
- Muestra cuándo vencerán tus facturas, lo que te ayudará a evitar el pago de multas e intereses innecesarios;
- Permite planificar con anticipación: se pueden planificar gastos anuales (como el seguro del carro), nuevos gastos (como una compra específica) o incluso una meta para ahorrar dinero;
- Ayuda a romper el ciclo salarial, porque suele suceder que el salario se agota antes de tiempo.
En algunos casos, este último punto es por falta real de dinero. Pero a veces se trata más bien de una falta de organización para gastar el dinero de manera más eficiente.
¿Cómo armar un calendario financiero?
Ve paso a paso para construir tu calendario financiero.
1. Elige tu método de control
Agenda del teléfono móvil, hoja de cálculo de la computadora, agenda del planificador, agenda física… La elección correcta es la que más te convenga.
No tiene sentido hacer una hoja de cálculo llena de fórmulas si crees que terminarás rindiéndote; así como tampoco tiene sentido querer escribirlo en papel si te sientes más cómodo usando medios digitales.
2. Enumera todos los elementos que ingresarán al calendario
Los elementos exactos variarán según la situación financiera de cada persona. Estas son las principales categorías que deben aparecer:
Ingreso
Si tienes un salario fijo, anota el día en que cae cada mes. Si hay más de una entrada de ingresos, marca todas las fechas con los valores de cada una. Aquellos que no tienen el día específico de cuándo cobran necesitan hacer más trabajo, pero aún es posible organizarse: marca una fecha estimativa y luego cámbialo, llegado el caso.
Cuentas
Coloca todas las cuentas en sus fechas de vencimiento. Recuerda no solo los mensuales, sino también los anuales o estacionales (como el seguro del carro o la compra de útiles escolares, por ejemplo).
También incluye cualquier cuenta que tenga con débito directo; incluso si no necesita el recordatorio para pagar: es importante saber cuándo saldrá ese dinero de la cuenta.
Deudas
Si tienes alguna deuda pendiente (como un préstamo, una tarjeta de pago a plazos, un contrato, etc.), escribe las fechas de vencimiento junto al número de cuota.
Metas para ahorrar
Si es posible, marca al menos un día en el calendario (preferiblemente, inmediatamente después de recibir tus ingresos) para mantener una cantidad mensual.
Énfasis en “si es posible”: si no queda dinero para ahorrar, puedes intentar recortar algunos gastos, pero nunca de tus cuentas o deudas a pagar. Mejor no tener dinero ahorrado que endeudarse.
3. Recuerda mirar hacia adelante
¿Tienes un viaje planeado, o un regalo que quieres comprar, o un curso que comenzará en unos meses? Escríbelos ahora. Será más fácil planificar este gasto si ya sabes que se aproxima, en lugar de esperar hasta que se acerque.
4. Utiliza el diseño a tu favor
No es necesario que escribas una letra bonita ni organices una gráfico digno de Instagram, pero ciertos elementos estéticos ayudan mucho en la organización del calendario. Cualquiera que sea el medio que elijas, asegúrate de que tenga espacio. Nada peor que intentar leer mucha información comprimida (y en Nu somos enemigos declarados de la letra pequeña, je.).
El uso de diferentes colores también ayuda en la visualización. Cada una de las categorías anteriores puede tener un color, por ejemplo.
5. Programa recordatorios
Incluso si tu calendario es analógico, la tecnología puede ser tu amiga: configura alarmas recurrentes en tu teléfono celular para el día de pago y la fecha de vencimiento. Además de ayudarte a no perderte la fecha, reforzarán el hábito de mirar el calendario: tan pronto como pagues un gasto, simplemente regresa y da un visto bueno.
Finalmente: hacer todo esto requiere un poco de trabajo, pero solo al principio. Configurar un calendario financiero es laborioso porque implica mirar tanto el mes como el año. Pero a partir de ahí, lo principal es desarrollar el hábito.
Y este es un hábito más fácil y productivo que muchas cosas que seguimos prometiendo (y no cumplimos).
Si te interesa recibir artículos sobre Educación Financiera, suscríbete a nuestra Newsletter desde este blog. →
Este contenido es parte de la misión de Nu de devolver a las personas el control sobre sus vidas financieras. ¿Aún no te suscribiste a la lista de espera de nuestra tarjeta de crédito? Pues, si lo consideras, este es el momento. Haz clic aquí.
{{#comments}}-
{{comment_author}}
{{comment_date}}
{{comment_content}}
{{/comments}}
{{#children}}-
{{child_comment_author}}
{{child_comment_date}}
{{child_comment_content}}
{{/children}}