Ahorrar dinero pareciera un objetivo un tanto absurdo cuando solo llegan extractos para darte cuenta que la cantidad es más alta de lo que esperabas, y ni siquiera es fin de mes.
¿Te suena conocido?
Lo primero que deberíamos hacer en esas situaciones angustiosas es, más bien, tomarlo con calma y transformar ese sentimiento con una discreta sonrisa. A fin de cuentas, se trata de encontrar la mejor manera de administrar nuestros ingresos, teniendo presente nuestras deudas y un ahorro constante. Es decir, practicar el arte de la calma y la virtud del pensamiento.
Según el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, más del 45% de los hogares en Colombia no ahorra.
Hay razones de mucho peso para no contemplar el ahorro; después de todo, para un porcentaje significativo de la población en Colombia, los gastos esenciales son mayores que los ingresos. Aún así, muchas personas que admiten poder ahorrar al menos un poco cada mes tienen dificultades para organizarse.
¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué tantas personas están dispuestas a ahorrar, pero tan pocas logran planificarlo con éxito?
La ciencia lo puede explicar y también ayudar a revertir esta situación.
¿Qué dice la ciencia sobre nuestros hábitos financieros?
No poder planificar para ahorrar dinero puede parecer una falta de conocimiento financiero, pero hay indicios de que este problema es mucho más profundo.
Según estudios de la Asociación Estadounidense de Psicología, ahorrar dinero está más vinculado con nuestra capacidad para imaginarnos a nosotros mismos en el futuro que con nuestro conocimiento de las finanzas personales.
Para la mayoría de la gente, sin embargo, lo más natural y fácil de hacer es pensar solo en el presente. Esta percepción incluso puede verse influenciada por muchas cosas, como nuestra lengua materna.
Según el economista conductual Keith Chen, los hablantes de un idioma que usa la misma conjugación verbal para frases en el futuro y en el presente tienden a ahorrar más, como los chinos y los alemanes.
¿Pero por qué? Mientras hablan sobre el presente y el futuro de la misma manera, el cerebro está entrenado para pensar en ambos con el mismo grado de importancia.
Según su teoría, las personas que hablan idiomas en los que los verbos en el presente y en el futuro son diferentes tienden a tener más dificultades para ahorrar, ya que el presente y el futuro parecen ser dos cosas completamente distintas y separadas.
En otras palabras, es difícil ahorrar dinero porque valoramos el presente por sobre el futuro. Es esa vocecita mefistofélica en la parte de atrás de la cabeza que dice: “¿por qué no gastarlo todo si no sabes qué va a pasar mañana?”.
Entonces, ¿las personas que hablan alemán son naturalmente buenos ahorradores?
Al parecer el idioma es solo uno de los factores que pueden influir en la forma en que percibimos el presente y el futuro. No el único.
¿Por qué es tan difícil pensar en el futuro y, por lo tanto, ahorrar dinero?
Responde rápido: ¿eres del presente tanto como del futuro? Probablemente la respuesta sea sí. Después de todo, incluso si muchas cosas cambian, seguiremos siendo nosotros mismos. Pero no es así como funciona nuestro cerebro.
Según una investigación realizada por el psicólogo de la Universidad de California Hal Ersner-Hershfield, cuando una persona piensa en sí misma en el futuro es como si estuviera pensando en otra persona.
Las imágenes cerebrales muestran que cuando alguien piensa en sí mismo, se activa una determinada región de la mente. Por el contrario, cuando una persona piensa en sí misma en el futuro, esa misma región del cerebro deja de actuar, como si estuviera pensando en otra persona.
En otras palabras, para nuestro cerebro nuestro “yo” del futuro es una persona que no conocemos muy bien, por lo que puede ser difícil procurar o planificar el futuro de un “extraño”.
¿Todavía no te suscribiste a la lista de espera de la tarjeta Nu? (Secretamente, la lista espera tu nombre.)
¿Y ahora? ¿Cómo hackear nuestro cerebro para ahorrar dinero?
En el libro La psicología del dinero, el economista conductual Dan Ariely da algunos consejos sobre cómo ahorrar dinero -o dejar de gastarlo.
1- Piensa en el costo de oportunidad
Cuando haces una elección, invariablemente estás renunciando a otra cosa. En las ciencias económicas, esto se llama “costo de oportunidad”: un concepto que puede ayudar con las finanzas personales.
Al realizar una compra, rara vez pensamos en lo que estamos renunciando. Si una persona compra un teléfono celular, por ejemplo, está gastando dinero que podría invertir en un viaje.
Entonces, antes de comprar cualquier cosa, pregúntate: “¿a qué renuncio para hacer esta compra?”. Si es algo importante, quizás sea mejor repensar el gasto.
2- Céntrate en la cantidad a pagar
¿Cuando ves un producto al 50% de descuento te apresuras a comprar porque “no te puedes perder esta promoción”?
Nuestra mente se siente atraída por lo que estamos ahorrando pero, de hecho, deberíamos concentrarnos en cuánto gastamos realmente.
Comprar una camiseta a 70.000 pesos, impulsados por una rebaja que mejora su costo original de 85.000 pesos, por ejemplo, no es ahorrar 15.000 pesos: es gastar eso más otros 70.000.
La próxima vez que veas un descuento, piensa en cuánto ha salido de tu bolsillo, no en cuánto estás ahorrando.
3- Ver el dinero como… dinero
Las investigaciones muestran que, dependiendo de la fuente del dinero, manejamos nuestros fondos de una manera más racional o emocional.
En lo que respecta al salario, por ejemplo, es natural gastarlo en el pago de servicios para el hogar y otros gastos fijos que parecen más “serios”.
En contraste, esa cantidad que viene de otras formas, como un bono o la prima, tiende a gastarse en cosas más “divertidas” y emocionantes -como ropa, fiestas y restaurantes-, haciendo que el dinero se agote más rápido.
Para escapar de esto, considera el dinero como dinero. Siempre. No importa si es el salario, un bono o un valor entregado como regalo.
4- Ahorra dinero automáticamente
Si ahorrar dinero no es natural, una gran estrategia es automatizar este hábito, literalmente hablando. Determina una cantidad mensual que puedas ahorrar y automatiza ese proceso. ¡Tu Yo del futuro te lo agradecerá!
5- Pon restricciones a tu dinero
Es común que los restaurantes destaquen su plato más costoso en el menú. Simplemente parece una sugerencia de lo mejor que tienen para ofrecer, pero, de hecho, muchas veces es un truco para despistar al cliente, haciendo parecer que todas las demás opciones son una ganga en comparación con esa.
Según el libro de Dan Ariely, esto se debe a que tendemos a gastar más cuando no tenemos una idea de cuánto estamos comprando; en el caso del restaurante, por ejemplo, la única base de comparación son los platos en sí.
Una forma de evitar esto es imponer restricciones. Una opción es estipular una cantidad máxima que se podrá gastar. Para comprar un producto, investiga bien lo que vale y no te permitas pagar más.
Ah, esto también se aplica a esos gastos de rutina que hacemos sin siquiera cuestionarlos, como la factura del teléfono celular y las suscripciones a los servicios de streaming. Revisa estas compras y ve si realmente el precio merece la pena, o si puedes ahorrar dinero aquí o allá.
Recuerda: al elegir una cosa estás renunciando a otra; sólo procura elegir bien.
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