Solicitar un préstamo personal puede ser un recurso válido a la hora de solucionar una emergencia o de cumplir un sueño largamente postergado.
Cualquiera que sea el objetivo, el resultado final es uno: quien toma un préstamo debe comprometerse a pagar una deuda en un plazo determinado. Y esa deuda implica intereses, que se acumulan si pagas por fuera de la fecha de vencimiento de la cuota, y entonces pueden convertirse los intereses en deuda.
Según un estudio de Datacredito Experian, en 2021 las operaciones de crédito en Colombia sumaron $205 billones, un 16% más que lo observado en el 2019, antes de la pandemia. Sin embargo, durante ese período, muchas personas se vieron en dificultades para poder cumplir con sus compromisos financieros.
Por eso, antes de sacar un préstamo personal, es importante tener cuidado, entender algunos conceptos y conocer tus derechos.
La información a continuación es una guía básica para cualquier tipo de préstamo personal, ya sea online, ofrecido por una fintech o realizado con un banco tradicional.
1. Diferencia entre préstamo personal (o crédito de libre inversión) y otra financiación
La principal diferencia entre pedir prestado y financiarte es lo que puedes hacer con el dinero y lo que necesitas dejar como garantía a cambio de él.
- Un préstamo personal -o crédito de libre inversión- es un contrato entre el cliente y una entidad financiera: el cliente recibe una cantidad de la entidad y debe devolverla en un plazo determinado, con intereses. El detalle es que el cliente puede gastar el dinero del préstamo como quiera y, en la mayoría de los casos, no necesita dar ningún tipo de garantía a cambio.
- Otra financiación -como un crédito hipotecario o prendario, para comprar un vehículo- en cambio es un tipo diferente de contrato entre un cliente y una institución, porque tiene una condición clara: el cliente utilizará el monto para algo específico y ya acordado en el momento de cerrar la financiación. Por ejemplo: la compra de una propiedad.
Por lo general, estos financiamientos tienen algún tipo de garantía, como una hipoteca o una prenda sobre el vehículo.
2. ¿Qué es un crédito de libranza?
El crédito de libranza o simplemente libranza es un tipo de préstamo en el que el valor de las cuotas se descuenta directamente de la nómina.
Para las instituciones que ofrecen el préstamo, como los bancos, esta modalidad se considera de menor riesgo, pues las cuotas ya se descuentan automáticamente todos los meses sin que el cliente tenga que realizar manualmente algún tipo de pago. Por lo tanto, el interés que se cobra suele ser menor.
Atención: el cliente debe autorizar el crédito de libranza, sin esta autorización no se puede realizar ningún descuento de nómina.
Además, solo es posible obtener un crédito préstamo de libranza si la institución que te prestará el dinero tiene un convenio con tu fuente pagadora (la empresa en la que trabajas, por ejemplo).
Atención reloaded: lee atentamente las condiciones de tu contrato de crédito de libranza; te servirá para entender cómo se hará el cobro si te quedas sin trabajo, por ejemplo. La institución podrá seguir debitando pagos de tu cuenta si ya has autorizado esta opción.
3. ¿Me pueden negar un préstamo?
Sí, las instituciones financieras son libres de tener sus propios criterios al momento de aprobar o no créditos.
4. ¿Puedo cancelar un préstamo antes de tiempo?
Sí. Todo cliente que pida un préstamo tiene derecho a adelantar las cuotas y recibir el descuento de intereses proporcional al anticipo. De cualquier forma, las instituciones financieras deben informar cuáles son las condiciones para la anticipación.
La posibilidad de adelantar cuotas e incluso pagar el total de tu préstamo por adelantado está garantizado por la Ley 1555/2012. En ella, se indica que no habrá ninguna sanción para los deudores que hagan prepagos. Es más, sólo podrán cobrarte intereses hasta el día en que realices este pago.
O sea que si en la segunda cuota saldaras un préstamo a pagar originalmente en doce (12) cuotas, sólo pueden cobrarte intereses por dos (2) cuotas.
En 2020, el Congreso aprobó la Ley 2032, por lo que los consumidores pueden adelantar pagos de un préstamo hecho por una cooperativa y no tener ningún tipo de sanción económica.
Importante: siempre conversa con la entidad financiera donde contrataste el préstamo para asegurarte de que se cumplen estas normas.
5. ¿Existe una tasa de interés máxima?
En Colombia existe la tasa de usura, que varía según el tipo de crédito otorgado, y que la certifica la Superfinanciera Financiera. “La tasa de usura representa el valor máximo de los intereses remuneratorio o moratorio que puede cobrar un organismo a los agentes de la economía”, según el Banrep.
Incluso, cualquier comisión que cobre una entidad prestamista se considerará dentro de ese límite máximo de intereses. Así lo fija el artículo 48 de la Ley 45 de 1990 en palabras más técnicas:
“…se reputarán también como intereses las sumas que el acreedor reciba del deudor sin contraprestación distinta al crédito otorgado, aun cuando las mismas se justifiquen por concepto de honorarios, comisiones u otros semejantes”.
6. ¿Cuánto cuesta un préstamo personal?
Para saber cuánto pagará realmente, debe consultar el Costo Financiero Total (CFT) del préstamo, que incluye todos los cargos y gastos involucrados. Varía dependiendo de las tasas de interés que cobra la institución financiera.
El CFT es la tasa que sirve para calcular el costo de un crédito o financiamiento a un año.
Por lo general, quienes revisan diferentes opciones de préstamo solo comparan las tasas de interés que cobran las diferentes instituciones, pero esto puede ser un error.
La tasa de interés más baja no siempre es la mejor oferta, ya que las instituciones pueden incluir una serie de costos y tarifas adicionales en el paquete del préstamo.
Seguros, impuestos, tasas y gastos de registro de contratos son algunos de los ejemplos más habituales de sobrecostos que se pueden cobrar en la operación.
Por ello, calcula siempre el Costo Financiero Total para asegurarte de que estás eligiendo la mejor opción. No todas las entidades financieras son transparentes al respecto. ¡Si no te lo informan, pídelo!
También vale la pena estar atento a los cargos opcionales, como el seguro, que a menudo ya están incluidos en las propuestas de préstamo.
7. Consejos de seguridad para pedir un préstamos personal
Hay algunas formas de verificar si la institución que te ofrece un préstamo es segura:
- Es fundamental saber si la institución financiera está autorizada para operar por la Superintendencia Financiera de Colombia.
- Asegúrate de estar en contacto con la institución real: algunos estafadores usan el nombre de las entidades financieras, por ejemplo, para engañar a quienes buscan un préstamo. Lee más sobre seguridad y fraude aquí.
- En el caso de los créditos de libranzas, también es necesario verificar si la institución se encuentra inscrito en el Registro Único Nacional de Entidades Operadoras de Libranzas disponible a través de la página web del Registro Único Empresarial y Social.
- Nunca aceptes que alguien te ayude a intermediar la operación de crédito con una institución, incluso si esa persona promete acelerar el proceso u otras ventajas.
- No proporciones datos personales o copia de documentos a personas que no conozcas;
- Nunca hagas ningún depósito inicial como garantía al obtener préstamos, especialmente si es en cuentas de personas naturales.
- Incluso si decides sacar un préstamo de manera digital (online) con una nueva empresa, investiga si tiene una dirección de trabajo que le sirva de domicilio social, un web site, líneas de atención al cliente o correos electrónicos.
- Nunca firmes un documento sin antes leerlo.
- Algunos estafadores usan el nombre de instituciones financieras reconocidas para engañar. Antes de firmar un contrato de crédito, asegúrate de estar realmente en contacto con la propia entidad prestamista. (Para saber cómo cuidamos tus datos personales en Nu, lee este posteo.)
Este contenido es parte de la misión de Nu Colombia de devolver a las personas el control sobre sus vidas financieras. ¿Aún no sabes qué es Nu? Nos proponemos acabar con la complejidad financiera y la burocracia y devolver el control del dinero a las personas.